El movimiento de la revolución pacífica de la humanidad:
Después de la revolución francesa que fundó las primeras bases del nuevo orden y dio la señal del hundimiento de los restos del sistema piramidal de los poderes de la época de Atlántida, la tierra entró en una aceleración del tiempo. Al final de la Atlántida, o la era del León, la curva del tiempo del sistema solar y de la tierra hizo una ruptura con la evolución más rectilínea del tiempo cósmico. El físico francés Jean-Pierre Malet ha
descubierto este fenómeno al nivel científico.
Pensamos que se trata necesariamente de un desdoblamiento tridimensional del espacio-tiempo-fuerza que
hundió la humanidad progresivamente en un acuerdo en desfase con el
universo. Empujaba la humanidad hacia una confrontación con las tinieblas (o las
partes escondidas) de la materia provocando progresivamente un alejamiento de las
relaciones de la humanidad con los viejos acuerdos cósmicos.
Este proceso duró varias eras hasta la era de Piscis. Se espera entonces una nueva conexión con el
universo quién traería una realidad superior para todos los seres humanos de una vida en la luz espiritual (el Reino de Dios), como anunciaba
Jesús. De todas maneras, nuestro sistema solar comenzó a prepararse para una nueva aproximación con la evolución de los acuerdos del orden cósmico.
Sobre la tierra el movimiento de colonización abre y junta poco a poco todos los continentes. Por último, el antiguo régimen cae al final del siglo XVIII con la revolución francesa. Es el efecto de una evolución que refleja el principio de una súbita aceleración del tiempo a la que la tierra
se somete bajo la influencia de los primeros cambios en el sistema solar. Entra poco a poco en la fase transitoria final para entrar en el nuevo ciclo pleyadiano (25.800 años) que era calculado por la antigua sabiduría para el año 2012.
Las primeras influencias de las energías del nuevo ciclo comienzan a transformar todos los aspectos de la vida sobre tierra. Ya tratamos este tema bien conocido en la
historia humana.
También abordamos el hecho decisivo del cambio de la luz del sol desde que absorbió antimateria el 5 de enero de 1989.
La nueva luz debería restaurar relaciones más justas e
iluminadas entre espíritu y materia. La cruz de madera de Jesús inició para cada individuo el camino de su resurrección más allá del impacto del mundo material por el fuego del espíritu de luz. ¿Podemos esperar ahora la aparición de una cruz celestial (gamada o esvástica) del fuego espiritual?
¿Necesitaremos una señal de anuncio para la liberación de las fuerzas espirituales de la unión solidaria y fraternal de la humanidad con el fin que podamos hacer frente a las pruebas de los cambios que nos permitirán entrar en una tierra nueva y un nuevo cielo?
La coherencia espiritual mediante una actitud creativa: la reorientación del espíritu de consumo
Desde el paso al vigesimoprimer siglo la luz solar transmite una luz más blanca o espiritual Su efecto de purificación estimula la conciencia del potencial creativo de cada uno y la necesidad de que cada uno pueda expresarse según sus talentos de una manera auténtica o
creativa. Este potencial es la razón de nuestras encarnaciones y contiene, como nuestro ADN, los códigos inteligentes del sentido de la realización de nuestra perfección.
La necesidad de ser más coherentes con uno mismo nos empuja hacia actos, palabras y pensamientos más directos, sin desvíos.
Es una necesidad hacía más verdad que hace estallar los escándalos del mundo de las ilusiones y de sus mentiras. Pone en duda los dogmas del orden establecido, indiferentemente que su naturaleza sea política, social, económica, profesional, científica, filosófica o espiritual y religiosa. La vieja pirámide de la vida comienza a perder su base para invertirse.
Cada uno de nosotros tiene un potencial de talentos. Nuestra
satisfacción y el éxito de nuestra vida dependen del desarrollo consciente y
responsable de ellos. Es decir, de la autenticidad de nuestras expresiones o de
lo que somos capaces de expresar, sentir y pensar en coherencia con nuestro
potencial creativo. Depende del nivel y alcance del sentido de la perfección
que somos capaces de proyectar por nuestros espíritus con la ayuda de la
vitalidad de nuestras almas en nuestros corazones. Nuestro mental lo percibe a
través de la percepción de nuestros
deseos. Debe aprender a proyectarlas,
rectificarlas y adaptarlas a este potencial en el horizonte del amor
incondicional que sirve el bien de todos. Es un trabajo de mantener una tensión permanente desde nuestros
corazones hacia arriba, por encima de
nuestras cabezas, donde está el centro ‘alta mayor ‘de nuestras almas. Es crear
el camino celeste de la revelación (el cordón de oro, llamado antahkarana, mezclado con
el cordón de plata que sale del vientre). Lo hemos descrito en otro
lugar. El mudra de la revelación lo abre y consolida.
Lo propio del ser humano es sobre todo ser creativo. Es lo que le
diferencia de los otros reinos de la vida terrestre. Es gracias a eso que supo
superar su fase animal y que puede ahora remontarse al Principio Inteligente de
sus orígenes desarrollando la conciencia de su perfección.
Con todo, la norma general que parece hacer funcionar el orden actual es la necesidad de someterse sobre todo al consumo material. Es necesario para hacer funcionar la idea de una economía de ganancias desenfrenadas, la prioridad financiera y basada en la necesidad de una producción cada vez mayor.
En el impulso de querer controlar la materia y de liberarse de él, el ser humano cayó en la ilusión
que consumir más y más llevaría la felicidad a todo el mundo.
Realmente, esta felicidad material es hasta ahora inaccesible para todos, no hay una verdadera liberación de la justicia puesto que este sistema exige cada vez más sumisión hasta nuestro agotamiento y destrucción.
Efectivamente, sacrifica a menudo nuestros valores humanos esenciales para servir más bien los intereses y el poder de una minoría. Es la causa de muchos bloqueos, frustraciones, angustias, sufrimientos, enfermedades, irresponsabilidades, distorsiones , injusticias e incoherencias en nuestras relaciones.
Seguramente el orden actual aportó muchas ventajas, de facilidades y progreso, pero no es suficiente para defenderlo como “la mejor” solución.
Sus efectos positivos (para 1% de ricos que se benefician del 95% de las riquezas) no pueden finalmente hacer contrapeso en la balanza del equilibrio de las necesidades reales del bienestar de la humanidad. Este sistema de consumo desenfrenado es contra-natura y finalmente anti-productivo puesto que conduce a incoherencias a todos los niveles de nuestra vida que incluso ponen la supervivencia de la humanidad en cuestión.
Es una ilusión pensar que este sistema, que promueve hacia una producción artificial e hiperactiva, sea capaz de solucionar la crisis actual y las injusticias crecientes.
Aunque si ella sería provocada parcialmente detrás de las cortinas, se trata en realidad de una auto-manipulación ciega y colectiva de la masa inconsciente de los seres humanos. Esta
inconsciencia colectiva de la humanidad hace posible el mantenimiento de este
sistema y facilita su desarrollo. ¡Todos somos responsables ¡ A causa de
nuestras divisiones, nuestra incapacidad de ver más claro, nuestras visiones individualistas con su estrechez de miras y nuestra ignorancia generamos constantemente un peso ciego que mantiene a toda la humanidad presa de la impotencia de cambiar antes de que eso se vuelva catastrófico.
Con todo, se cuenta el tiempo del ajuste cósmico. La actitud expectante de mucha gente hace creer que la solución vendrá del cielo. Obviamente, pero no habrá solución o liberación si no es al mismo tiempo profundamente humana. Es necesario que pueda afectar al nivel de la evolución de la conciencia humana actual y su capacidad de incluir la armonía y la unión entre espíritu y materia. La instrucción de la solución recurrirá necesariamente al trabajo colectivo y al compromiso voluntario y
libre de compartir, convivir, colaborar
y comunicar en un objetivo de entendimiento solidario.
En efecto, nuestro pequeño mental humano se somete a las condiciones de sus convicciones y creencias espirituales que impiden que su conciencia se abra y se libere de las influencias de las soberanías individualistas de algunas
personas y grupos.
La solución consiste pues en un verdadero renacimiento colectivo, incitando a cada ser humano a
Participar activamente por medio
de la justa revalorización de su papel de servicio en la creación de un nuevo espíritu fraternal de unión solidaria.
Es renacer en el fuego del Espíritu de Unión para servir la Verdad Superior de la Vida. Es abrir el verdadero sentido religioso del ser humano más allá de sus conceptos teológicos establecidos.
Esperar no puede sino hacer empeorar nuestras dificultades y nuestros miedos para el imprevisto de posibles
catástrofes o un
futuro dudoso. Por el contrario, unir nuestros espíritus creativos nos tranquilizará, nos liberará de las injusticias del peso ciego que dirige y paraliza las fuerzas de
unión y
de reconciliación de la masa de la gente. Nuestra liberación dependerá de nuestra capacidad de ver “juntos” los desafíos de los cambios a los que nos enfrentamos
y de escucharnos mutuamente sobre el verdadero sentido de nuestra orientación en estos cambios.
Ahora, corresponde a cada uno, según sus posibilidades creativas, el elegir hacer todo que pueda para poner en marcha la energía del corazón. El
potencial del plan divino ha previsto facilitar esta elección creando un marco libre, neutro y solidario. ¡Enhorabuena!
La liberación
concreta de
la energía del corazón de la tierra se hará mediante la participación en el movimiento mundial de la expansión
fraternal del triángulo MaRoPa (Madrid-Roma-Paris).
Cambiemos nuestra manera de vivir, volviendo de nuevo a la esencia del sentido de nuestras vidas: ser simplemente feliz. Implica inevitablemente el entorno y el otro.
No
olvidemos que lo que somos y seremos no será posible nunca sin la contribución de los otros. Empezaba ya
con nuestros padres que nos daban la vida. La visión individualista a este respecto es una ilusión dualista de nuestra incoherencia mental. En la unión feliz de la reconciliación de los hermanos y hermanas de la tierra nos curaremos de nuestros miedos, dolores y enfermedades y conseguiremos desbloquear una actitud inventiva
para unirnos más
allá de nuestros pequeños intereses familiares, locales y grupales. Todos tienen su importancia, pero ninguna persona, ni agrupación o institución será capaz de llevar a cabo en solitario, por sí misma, la solución.
Lo propio de la actitud creativa es la alegría. Cada uno está llamado a hacer algo para realizar un servicio al mundo y aportar alegría.
Así cada vez que concebimos nuestra responsabilidad como una carga pesada, estamos
bloqueando nuestro potencial creativo o a emplearlo de manera desviada e incoherente.
Además, de esta manera, llamamos sobre todo a los problemas. Liberar la masa de la humanidad de la crisis del encarcelamiento de su mundo soñado de felicidad supone pues dejarnos de cualquier actitud negativa y
pasiva y pasar a una actitud creativa que estimula a todos nuestros hermanos y hermanas de la tierra a servir en unas mejores relaciones colectivas.
La realización de esta actitud comienza por el simple reconocimiento y
celebración de la fraternidad universal entre los seres humanos más allá de sus desacuerdos.
El primer reconocimiento es tenderse la mano para reconciliarse. Pues la celebración es abrazarse realmente corazón con corazón, bailar, cantar el himno de la alegría y compartir comer y beber en la alegría. Luego es informarse mutuamente, comunicar solidariamente y proyectar y realizar juntos proyectos en la medida de lo
posible ,abiertos a todos. Es el programa del proyecto del triángulo MaRopa que contiene varias etapas de concreción que
proponemos a continuación.
A seguir….
No hay comentarios:
Publicar un comentario