Respuesta a preguntas relativas a la transición.
La intensificación de los cambios
de la temperatura en el invierno que parecen a valores estivales de junio (en
nuestra región 27,7° Eus) rompiendo todos los récords (400 en Francia),
muestran la aceleración de la transición de la tierra.
Hay diferentes factores que
determinan esta transición. Pasa por ciclos de intensificación en cuales los diferentes factores coinciden más
y más, hay veces por la manifestación de repente como un efecto de
ajustes por disminución de resistencias en su interactividad. La
posición del sistema solar
en la galaxia y su interactividad, la actividad solar, las condiciones
de la
heliosfera en el entorno cósmico y su efecto sobre los planetas, la
posición de
los planetas, la temperatura del magma de la tierra, su resonancia y
otras
vibraciones, la interactividad entre sus atmósferas y su gravedad, la
relación
tierra-luna, los efectos de las actividades humanas….. cada factor pide
una
investigación por si-mismo antes de poder indicar una escala de la
importancia
de estos factores.
Entretiempo constatamos una
intensificación en el proceso de transición que conduce hacia un punto decisivo
de un colapso del viejo orden. La intensificación notamos en todos los aspectos
y la organización de la vida y el aumento de acontecimientos in-habituales,
incluso extraños, también en nuestro entorno que en nuestros propios cuerpos y experiencias
de vida. Cada día nuevas cosas nacen y viejas desaparecen. El sentido de toda
transición es
liberar espacio para
que entre una vibración superior permitiendo el progreso de la vida por una
elevación de la conciencia. Al mismo tiempo se trate de una restauración de
elementos olvidados
Unos de los elementos muy
indicativos para la transición es la elevación si la resonancia Schumann que
estaba hasta 1989 approx. 7,8 Hz. Para alcanzar
en 2017 una media de 12 HZ con valores locales mucho más elevadas.
Los picos
Estamos convencidos que esta elevación
es también relacionada con la situación de la posición de los planetas, sobre
todo superiores (más allá de Júpiter. Se encuentran más y más de un parte del
cielo en relación de la tierra. Eso hace que cíclico (febrero –marzo –
diciembre 2019; enero – febrero – marzo – diciembre 2020; enero
hasta junio 2021) la tierra se encuentra aislado. En junio 2021 (21-24) la
tierra se encuentra entre el sol y el centro (agujero negro) de la galaxia (también
en la línea sol-Sirius). La aislamiento relativa a la posición de la tierra
enfrente los planetas y el sol, permite una conexión más intensa con las
energías cósmicas y subir más los efectos de nuevas energías. Pero alrededor del solsticio del verano, cuando
la tierra tiene esta posición de aislamiento, la tierra, acentuado por la
llena luna (24/06/2021) se encuentra en
un vórtice de vacío entre el sol y el
centro de la galaxia. Vacío quiere decir liberación y nacimiento.
El esquema siguiente puede
explicar la “posibilidad” de pasar hasta 72 horas en la obscuridad como las profecías
y el Apocalipsis mencionan.
El efecto principal de estas
situaciones es la intensificación de la luz del sol y de la luz cósmica en la
tierra. Ilumina las sombras a todos los niveles. Los efectos están múltiples,
entre otras sobre las corrientes de las atmósferas de la tierra, el magnetismo,
la gravedad, las placas tectónicas, el vulcanismo, el clima (los efectos climáticos anormales ya se
notan mejor en los momentos del hibierno)… con
aumento de tensiones e incoherencias que influyeran al nivel físico,
emocional y mental del ser humano al medido del progreso de la conciencia y karma
de cada uno. Nadie escapa a estos cambios en su cuerpo que provocan molestias de
todo tipo y aberturas en otras dimensiones.
El cambio de toda la gama de frecuencias
de la luz influye al cuerpo de unión o divina del ser humano, el Merkabah que
se activa. Hace salir todos los bloqueos y resistencias. El nuevo patrono energético
de la tierra hace también cambiar su Merkabah y su centro que estaba en Egipto
a Gizeh. Se desplaza en dirección de Força Real (=amor) en el sur de Francia, al
cual hay acceso por el Col de la Batalla)(la lucha entre luz y sombra).
Los viejos vórtices quedan pero cambian de importancia y de frecuencia.
Las energías de la nueva luz
provocan cambios en todos aspectos de la vida y su organización. Los procesos “dicho
normales” están más y más perturbados y las tensiones entre luz y sombra
alcanzaran un máximo para de repente liberarse y en fin cerrar la puerta del
mal: el paradigma del individualismo egocéntrico de la división, dominación y exclusión
del viejo orden.
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