Las días 30-31 de mayo y 1 de junio ha pasado el tercero simposio internacional ARTE, CIENCIA Y La ESPIRITUALIDAD con objetivo: un gran abrazo cósmico.
En un atmosfera de ciencia quántica se explicaban diferentes prácticas a dimensión espiritual. La transmisión de conocimientos esta indispensable, pero la cuantidad de intervinientes mostraba la necesidad de un acercamiento más interactiva y sobre todo concreta.
Se mostraba la importancia de promover mas concretamente la exteriorización de la masa crítica de personas despertando o mas despertados como urgente y necesaria para la transformación positiva del planeta.
Una forma muy simple para unir los diferentes redes estaba transmitido desde el corazón celeste y el espirito del Gran Instructor en la formula siguiente.
Los que se reconozcan como trabajadores y servidores de la luz no se darán solamente la mano cuando se encuentran. Se llevaran la mano derecho en la dirección de la persona encontrada, palma dirigido al cielo como invitación, los dedos unidos o el gran dedo y el índex juntos como la jnana mudra, símbolo de la consciencia divina y cósmica oferta al otro. Si la persona responde de la misma manera, las personas se tornan las manos y las ponen al lado izquierda del pecho del otro, justo enzima de su corazón, como signo de aceptación de su solidaridad en el servicio de la fraternidad universal.
Trabajando sobre las energías de la tierra y la conexión de su corazón con todo el planeta una coincidencia fuerte pasaba en la ceremonia de clausura, el domingo alrededor de las seis menos veinte.
Durante esta ceremonia sobre la forma de una armonización del corazón de las personas presentes y el corazón de la tierra, de repente sonaban las campanas de la basílica, se abrían las puertas del cielo con una lluvia de gran intensidad y los sonidos de un tormento. Esto pasaba justo después la proyección de la película muy revelador sobre la sabana santa ¡
Explicación intuitiva: Una abertura en la capa astral de la tierra estaba provocada permitiendo la entrada de luz divina hacia las esferas energéticas más físicas de la tierra. La lluvia parecía el médium de limpieza por transformación de las energías opuestas en energía de unidad.
Supongamos que la realización de esto hecho será visible en el prójimo futuro en la manifestación en el cielo de la cruz de la Victoria como anunciado en el evangelio de San Juan.
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