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La puerta de Shamballah (el corazón: la habitación de Dios)


Blog para promover un movimiento interactivo en el marco del trabajo de síntesis, presentado como Pangeosis.
El trabajo de síntesis se concibe para liberar la conciencia
colectiva. Se basa en el conocimiento y el control de la energía universal.
Se refiere a cada ser humano y a su responsabilidad.
Recurre especialmente a los líderes: políticas, sociales, económicos, profesionales, científicos, educativos y sanitarios y espirituales y religiosos.

miércoles, 23 de julio de 2014

Desarrollar la conciencia e inteligencia colectivas: expresiones de relaciones más justas:

Parte 1:

La conciencia colectiva es la realización inteligente de un potencial común que se libera mediante actos de seres de toda clase, que actúan en servicio solidario al mayor bien del conjunto para perseguir el mismo destino, reconocido por el hecho pertenecer a este conjunto de interdependencia por causa de los efectos interactivos de sus experiencias.


La realización inteligente:

Es darse cuenta de hacer parte de un conjunto que pide una organización coherente o una estructuración inteligente. Un conjunto llama a la convergencia de inteligencia expresada  en un acuerdo de solidaridad. Tiene como efecto de poner en marcha un proceso de armonización y de perfección de este conjunto y de sus elementos.

Este acuerdo debe ser reconocido y comprendido para poder transformar la fuerza de su inteligencia en la vida práctica. El fundamento es que existe una inteligencia colectiva desde el momento que conciencias individuales se unen y reconocen esta unión. Su fuerza no es la simple soma o resultante de las consciencias individuales aunque el nivel de conciencia de cada tiene un impacto. La unión de las conciencias provoca un cambio al nivel de vibración del conjunto, que es más consciente que antes, provocando un salto de interactividad más intenso. Da el acceso a un potencial de inteligencia superior con nuevos acuerdos, más perfectos y globales, de integración de conciencia. Transcienden todo lo que existe y ya está manifestado. 
Un potencial común:

Cada nivel de inteligencia contiene un potencial in-formativa permitiendo proyectar la realización de nuevas relaciones, aún no experimentadas.  En realidad, todos formamos parte del potencial universal de la Inteligencia Universal. Elegir unirse en grupos facilita el acceso a niveles superiores de este potencial por el hecho que eso crea una escala de accesos individuales de los participantes que se juntan como llaves complementarios de interactividad. Por eso llamamos los participantes o compañeros de colectividades desde ahora: “partenarios.

Cada unión en grupos forma entonces un peldaño de abertura en el potencial de la escala del despertar de la conciencia colectiva.

Cuando esta unión de complementariedad se hace en un perspectivo de un desarrollo universal e infinito de la vida, se abre la puerta del potencial infinito y cósmico de la Inteligencia Universal que viene más accesible para todos los partenarios.

La liberación del potencial de la Inteligencia Colectiva:

Supone tener relaciones de acceso adaptadas y poder expresarlas de manera correcta. La llave del acceso es la conexión con una realidad que va por encima de los límites de lo manifestado de cada partenario (socio). Esta realidad es el mundo del ánima o alma, la parte dinámica e infinita de cada ser. Es la parte individualizada del Principio Animador (PA-(d)re) del ALMA Única del universo.

La conciencia colectiva supone entonces la conexión del ser humano encarnado, no solo con su alma individualizada, pero también por encima de ella, con la dimensión colectiva y universal del alma universal única de la que es parte integrante. El reconocimiento del alma de un grupo en el conjunto es solo un peldaño de subida sobre la escala del potencial del alma universal.

El reconocimiento de un alma colectivo supone, por encima de la conexión de cada partenario con su propia alma, aceptar la conexión con el alma individual del grupo particular del que forma parte así como con el alma de cada ser que forma parte de él. A su vez, los grupos particulares (familias, profesiones, regiones naciones, continentes) forman del conjunto planetario con un alma que une todos los almas de su vida. Todo eso es comparable a una pirámide invertido que mostramos a continuación.

La conciencia individual lo menos evolucionada es la punta que se encuentra abajo mientras que la conciencia colectiva planetaria se encuentra arriba como el depósito universal del potencial cósmico Entre la parte de arriba y la parte baja hay distintos niveles de conciencia de grupos e de los individuos quienes se entrecruzan ad infinitum según distintos rayos o ámbitos de actividades que trabajan. A cada nivel hay un depósito de potencial, más reducido que arriba, accesible según el nivel de conciencia integrada.   


Desde esta estructura se comprende que además hace falta aceptar que el todo hace una sola realidad interactiva. Sin esa escala de conexiones no hay libertad individual y sin esta libertad no hay elevación en la perfección de la omniconsciencia posible.

Por lo tanto, la conciencia colectiva no es incompatible con la libertad de los partenarios. No se opone a ella pero “alinea, dinamiza y aclara” la conciencia de cada uno, elevándolo y acercando a su potencial individual creativo (talentos) así como al potencial del Genio Universal. Conduce hacia expresiones que integran de una manera más armoniosa formas dinámicas de unión común, a su vez estimulando la creación por parte de todos de una mayor perfección.

Seres de toda clase que persiguen al mismo destino:

El nivel de evolución de la conciencia no es tan importante, tan poco la cantidad del potencial individual realizada por los partenarios. Como se reconocen como compañeros del mismo camino, aceptan la evidencia de perseguir el mismo destino dentro de la complementariedad de sus diversas actividades.

Este supone la voluntad de mantener focalizado una visión que se comparte encima del mundo físico-astral y emocional. Es decir, mantener permanentemente, desde el corazón, la tensión de la actividad inteligente (mental) para entrar en un dinamismo de comprensión superior, más integral y abierta que la conciencia automática y selectiva, dominada por el mundo físico-astral y emocional. El motivo debe ser la voluntad de la instrucción espiritual sobre la orientación a tomar sobre el camino del destino común.  

Esta voluntad conduce entonces hacia los aspectos superiores del nivel mental con el iniciación en la comprensión del diseño divino a través de las indicaciones de sus reflejos, permanentemente actualizados en las tres dimensiones del mundo físico, emocional y mental concreto inferior. La liberación de las facultades espirituales a las cuales esta actitud lleva, no intervendrá antes que el contacto con el alma - el camino de la revelación de la vida verdadera o el antahkarana entre corazón y el centro encima de la cabeza - alta mayor o rishi – puerta del descubrimiento del orden cósmico) - empieza estar regular y  funcional. Lleva progresivamente a una visión más dinámica de síntesis que evoluciona según el progreso de “la armonía en práctica”  expresada y experimentada en el conjunto en, por y con los partenarios.

La actividad mental sostenida, también individual que colectiva, se muestra como la puerta indispensable hacia la elevación espiritual de la humanidad y la liberación de la conexión con el alma individual de cada uno, el alma colectiva y universal, así como con su potencial. Además, es solo proyectando nuestra voluntad individual en el conjunto de un grupo y más allá, que podríamos descubrir la voluntad del propósito divino para la humanidad, captar  la fuerza de su orientación y elevar nuestra pequeña voluntad hacia la voluntad divina que anima nuestro Ser Superior, realizando de esta manera su naturaleza divina.

Actúan en servicio solidario:

La basa de los conflictos de división y de exclusión del mundo actual es la dominación de la ley de la separación o la falta de una visión solidaria.

Es la consecuenciade la división progresiva del poder espiritual y material. El servicio a la ley del Uno manejaba al origen la vieja estructura social piramidal de la época Atlántida. Fue una minoría de iniciados que dirigía la masa de menos conscientes de soldados, comerciantes, artesanos, campesinos, obreros y, al fin de esta época, la raza inferior de esclavos que creaban. Encontramos los restos de esta civilización, en algunos aspectos más avanzada que la nuestra actualmente, en el Egipto antiguo y también en los imagines del trono en el libro del Apocalipsis.
as castos de familias de iniciados tenían el monopolio de las iniciaciones, mantenidas en secreto, para comunicar con las realidades extraterrestres y espirituales e orientar el destino de la sociedad humana. En la cumbre de esta civilización el poder (arriano, quiere decir: sobre el camino recto del Uno, ligado al Uno, li-on) sufría los efectos de división “espíritu-materia” (los hijos de la ley del Uno y los y los hijos de Belial o de la desorientación, la per-versidad de la belleza) de desdoblamiento de las dimensiones del espacio (in-forma y matriz), del tiempo (transición y fijación de condiciones) y de la fuerza (integración y orientación de las informaciones energéticas). 

La masa, o la base, que representaba por gran parte una fuerza ciega, más bien inconsciente, progresivamente perdía la protección de la coherencia social anterior por los efectos desastrosos de esta evolución de división. 

Así la sociedad Atlántida tenía una estructura piramidal. Reflejaba el proceso de la iniciación espiritual individual desde arriba (involución espiritual o bajada del Espíritu Divino). Este proceso empezaba su inversión con la venida de Jesús-Cristo. Preparaba la evolución desde el individuo en la base mediante su elevación en los diferentes niveles (corporaciones) colectivos de la vida, para entrar en el proceso de la iniciación espiritual colectiva.

Poco a poco la estructura Atlántida se deshacía desde su cumbre con la perdición de la esencia transcendente del significado de las iniciaciones: los acuerdos de armonía de la cuarte dimensión, propio del corazón, con la tridimensionalidad que se desdoblaba. La materialización de la fuerza de su coherencia se perdía con la construcción de las últimas pirámides en Egipto. Desde entonces, durante siglos, los gobernantes fueron perdiendo cada vez más sus conocimientos y capacidades espirituales. Su poder se convertía más en más instrumento de grupos con intereses materiales-financieros. Non obstante, el poder espiritual y religioso empezaba su liberación de los límites de la comprensión del mental concreto inferior. Por eso debía hacer su bajada hasta la masa de la gente por medio de maestros y guías espirituales que aportaban una visión más abierta y universal (…Buda, Jesús y muchas otros) sobre todo iniciados de la época Atlántida, llamado ancianos. Liberaban poco a poco el espacio de la vida al desarrollo de la iniciación espiritual individual, preparando a sus discípulos, consu disciplina y su enseñanzas, a encuadrarse en un contexto social donde la estructura se socializaba. También intervenían en otros terrenos de actividades estos maestros y guías  (San Louis, Da Vinci, Galileo, Mozart…..).

Deberían conducir en los tiempos actuales a nuevas iniciaciones, de naturaleza colectiva esta vez, creando la tensión creciente del deseo de reorientación hacia la claridad de una nueva unión fraternal, más solidaria. Esta unión debería realizarse por medio del servicio solidario entre todos los seres humanos por encima de sus diferencias de razas, importancia, condiciones de vida y convicciones. 

Esta doble evolución espiritual y material estimulaba el desarrollo de la actividad mental individual para revelar en claridad, por encima de condicionamientos limitantes, la naturaleza transcendente de su papel de servicio al Principio de la Inteligencia Universal: realizar, según el nivel de conciencia alcanzada, acuerdos (4°dimensión) de comprensión sobre las relaciones de la manifestación con los aspectos colectivos, más abstractos o supramentales de  la vida universal. La orientación hacia la claridad mental revela el secreto del mal como efecto de la separación con el todo (el uno) desde el origen de la creación (el pecado original o el mal cósmico).

El efecto de esta claridad se asocia a la pureza de los cristales del agua o de los minerales o al frio del aire puro que da un nuevo impulso a la vida, sin el desvió de cualquier sentimiento particular.

Por lo tanto, esta evolución, que permitía a cada uno formar sus propios conceptos y una visión personal sobre el conjunto, ha sido necesaria para la formación de la conciencia colectiva.

Es como los ladrillos y los materiales diversos que se necesitan para construir una casa más completa y coherente (la casa holística cósmica del Padre).

Permitíe también, descubrir los límites de la proyección de la voluntad individual en los efectos de sus actos como a veces bien o mejor y a veces mal o peor. Así el ser humano comienza iniciarse en el valor relativo de sus actos en relación de la armonía del conjunto colectivo. Con esta evolución se relativiza la fuerza del poder establecida y los valores convencionales y se pierde también la noción de los aspectos dominio e dependencia directa, también de maestros y guías.

A su turno esta estimulación mental, que relativiza los propios valores en la perspectiva de la evolución ideal de toda la humanidad, despierta una nueva conciencia colectiva, nunca alcanzada hasta ahora , sobre el conjunto interdependiente de la evolución de la vida y del destino planetario.


Con la revolución francesa aparecía una nueva sensibilidad para los ideales que se reflejan en la tridimensionalidad (espacio-tiempo-fuerza) de la manifestación como las señales de la liberación de la voluntad del deseno divino: igualdad (justicia relacional), libertad (liberación frente al pasado mediante liberación de la memoria de las experiencias vividas), y fraternidad (orientación de las diferentes fuerzas de la vida hacia la unión del Uno). Ahora, con el redescubrimiernto de la cuarta dimensión del acuerdo tridimensional, estas ideales se completan con el ideal de solidaridad (los acuerdos de convergencia  planetaria – pangeosis- de nuestras visiones individuales mediante  la comunicación interactiva).

Así, también el malo que el bueno se vuelven relativos en el marco de sus efectos dentro de la evolución de la perfección del conjunto de la vida. Todo es siempre relativamente perfecto según el nivel de conciencia realizada en relación con la perfección alcanzada por el conjunto de la humanidad. Por tanto, el mal es la perfección relativa del instante frente a la perfección en el futuro. Es siempre un proceso de purificación, de transformación o destrucción y de reorganización.

Nace también el discernimiento que la mente funciona a diferentes niveles de percepción y de comprensión según las condiciones en las cuales nos encontramos. La mezcla entre ellos pude estar causa de muchas confusiones y de errores, limitaciones o exageraciones de interpretación. Por eso está naciendo ahora la conciencia que todos nuestros actos aportan algo al conjunto, sea a mejor, sea a peor. Todo tiene un efecto interactivo directo o indirecto. Todo sirve finalmente para aportar claridad en la comprensión de la perfección del funcionamiento del conjunto y de cada uno de sus elementos.

Empezamos a comprender que lo malo es la fatalidad inevitable provocada por nuestra ignorancia e inconciencia sobre nuestra relación con el conjunto y el impacto interactivo, directo o indirecto, de nuestros actos. Puede ser también la consecuencia de la vuelta agresiva o conflictual de nuestro actitud, muchas veces automática, deelegir actuar en contra el desarrollo armonioso del conjunto. En vez de ser en contra y de excluir y separarnos, podemos comenzar a hacer el retroceso para crear una actitud más positiva que expresa la negación de hacer cualquier cosa que vaya contra una solución más armoniosa. Esta doble contra-dicción del negativo se transformó así en una solución positiva.

Efectivamente, desde que tomamos conciencia de un desarrollo más armonioso del conjunto, podemos elegir el mejor o el peor. Elegir el peor o el mal conduce a un desarrollo fatal, conflictivo. Entonces no facilita el desarrollo armonioso del mundo y del universo. Es la justicia del Principio Inteligente del equilibrio cósmica.


Se despierta actualmente una nueva conciencia que hace cortocircuito al viejo paradigma que pretende que la paz se crea solo por medio de conflictos. Así se dice que no podemos hacer el bien para todos. Eso también se encuentra en la alta literatura esotérica (A.Bailey). Pero una lectura atenta de las experiencias humanas, sobre todo los más recientes, muestra que un mundo mejor de paz duradera se realiza más bien por el libre reconocimiento de la fuerza positiva de armonizar. Ajustar voluntariamente nuestras relaciones es justamente el propio del servicio solidario al mayor bien del conjunto. Convierte los conflictos inútiles.

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El ser espiritual, al pensar en cosas celestes, supera a los límites de sus sentidos humanos para entrar en su naturaleza divina

De la afición del hombre nace el apego

De la liberación del ser humano divino nace el desapego frente las pasiones de las relaciones humanas

Del apego nace la codicia

De las justas relaciones con uno mismo, los demás y el entorno nace la gracia

De codicia nace la ira

De la gracia nace la paz interna y externa

De la ira, productora de decepción, nace la angustia

De la paz, productora de satisfacción, nace la alegría y de esta su madre: nuestra asunción espiritual

La depresión confunde la memoria, destruyendo la razón

La asunción espiritual aclara nuestra memoria por encima de la muerte, instruyéndonos en la síntesis de todos los talentos en el Principio de unión de nuestro Padre Divino: la extra-lucidez del oír, del sentir, del ver, del elegir y del discernir. Son las bases de la creación y de nuestra creatividad.

Unen nuestras pequeñas mentes con el entendimiento del amor inmenso que anima nuestro corazón con la luz del Espíritu-Madre de toda la sabiduría del Padre. Manteniendo está luz focalizada, nuestra alma se eleva hacia el Principio Padre-Madre Creador para despertarnos en la Luz de Cristo-Buda, que hace de nosotros hijos e hijas, manifestaciones de experiencias vivas de esta esta triple unión divina como, hermanos y hermanos divinos.

La estrella de Pascua

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Los chakras de la Tierra