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La puerta de Shamballah (el corazón: la habitación de Dios)


Blog para promover un movimiento interactivo en el marco del trabajo de síntesis, presentado como Pangeosis.
El trabajo de síntesis se concibe para liberar la conciencia
colectiva. Se basa en el conocimiento y el control de la energía universal.
Se refiere a cada ser humano y a su responsabilidad.
Recurre especialmente a los líderes: políticas, sociales, económicos, profesionales, científicos, educativos y sanitarios y espirituales y religiosos.

lunes, 23 de abril de 2012

Prueba de síntesis sobre la transformación de la democracia moderna hacia la democracia participativa parte 2

Parte 2: El contexto cósmico-solar-planetario actual: el hombre cósmico

Actualmente estamos al final del ciclo de desdoblamiento del que hicimos mención en la primera parte. Un nuevo ciclo solar se ha iniciado desde la mañana del 5 de enero de 1989. Es el ciclo del sexto suelo de los mayas, el ciclo de las altas vibraciones y del bautismo de fuego. Esa mañana, el sol ha absorbido una cantidad de antimateria (o ausencia de luz) en relación con su núcleo. (http://pangeosis-es.blogspot.fr/2008/07/los-cambios-y-la-nueva-astrologa-csmica.html) Esto no parece posible sin pasar en un vacío local (consecuencia de la expansión del universo) que forma una ventana hacia una dimensión superior.
Se puede simbólicamente hablar de un efecto purificador que, inicialmente, se presenta al exterior del sol como una inestabilidad con fuertes erupciones. Pero, en realidad,  estamos convencidos de que se trata de una intensificación de su proceso de fusión de hidrógeno - helio, que transforma su núcleo en una masa crítica de alta actividad interna, provocando progresivamente una radiación de su luz más intensa y más penetrante, más blanca, más deslumbrando y caliente como efecto externo. La actividad externa del sol debería finalmente volverse progresivamente más estable. Estos cambios darán al mundo científico un argumento importante para explicar el recalentamiento del planeta al cual el comportamiento humano da efectos suplementarios y excesivos. En resumen, se trata en el sistema solar de una activación de la vibración atómica por un aumento de la fricción en la materia.
A parte estos cambios luminosos, hay que tener en cuenta que varios planetas de nuestro sistema solar se han preparado a esta situación desde décadas. Volvieron la coherencia magnética en el sistema solar a veces estable, a veces inestable, según su posición alrededor del centro, el sol, por una ganancia muy importante de su magnetismo. Por el contrario, la tierra perdió mucho de su magnetismo. Esto debería poner la tierra con su satélite, la luna, cerca de un vacío relativo o una situación propicia a la receptividad de fuerzas que hasta-allí no podían alcanzarlos. Es la situación soñada para cambios importantes: desplazamientos de polaridad, desplazamiento del eje, exceso y finalmente cambio climático, terremotos…
  
          la Constelación del Cristo-Buda cósmico 
A tener en cuenta también un cambio inevitable de la relación tierra - luna, cuyo este último es el eslabón más escaso. Siendo en desintegración (según la ciencia: liberación de los fotones de la radiactividad gamma), su proceso de desgasificación debería rápidamente mostrar las señales de una verdadera división lunar. Según nuestra elaboración de nueva astrología cósmica una cruz cósmica se presentará entre Júpiter- sol-Marte y Neptuno-sol-Mercurio hacia el 8 de septiembre de 2012. El conjunto se asemeja como una ampliación del libro de la vida cósmica. Su parte de la manifestación  (la cruz) muestra un desdoblamiento local del acuerdo espacio-tiempo-fuerza en el cual la luna parece encontrarse en un punto de energía libre (o la habitación real de una pirámide).Pensamos que es una fuerte señal que debería observarse hacia el 11 de septiembre (¡¡), momento en que la cruz de las  4 energías (3 fijos y 1 fluido) es transformado en cruz de fluidez. Con todos los acontecimientos comenzarán lógicamente a la parte oculta de la luna. Es en ese momento que el Virgen (el sol o Ceres símbolo de la procreación) pone su pie sobre una hoz de luna.
Ceres se encuentra en ese momento a la altura de la garganta de la Constelación del Cristo Acuario. Como invoca la gran evocación ‘que el mental divino coincide con el mental de los hombres) entramos así del tiempo del desdoblamiento en el tiempo de las coincidencias. Esta situación astronómico-lógica hará el tema de otro mensaje.
A tener en cuenta a este respecto que según la nueva astrología cósmica que da una representación proporcional del sistema solar en la galaxia, Plutón está en Capricornio, Urano en Aries (apertura del invisible del fuego cósmico respecto al hombre, el aspecto Vulcano ocultado por la luna), Saturno en Balanza (fusión o coincidencia pasado-futuro) y que el sol está desde el punto de vista cósmico en su ciclo Cáncer, aunque desde la vista de la tierra  en ese momento es en Virgen (sensibilidad y expresión pura, neutra, según el plan). Esta cruz corresponde a lo que se describe por Garlos Galindo sobre el Crismón de Jacobus y el fin de los tiempos. (http://www.caminodelsimbolo.com/libros/EL%20CRISMON%20DE%20JACOBUS.pdf). 
Todos estos cambios deberían crear las condiciones óptimas para el proceso de la reunión del espíritu con el cuerpo. Esto incluye que el potencial o el aspecto maestría , realizado por cada ser humano en sus ciclos de encarnaciones, sea en acuerdo o en armonía con estos cambios para que se exteriorice. Esta exteriorización tiene por objetivo la ayuda mutua para facilitar la transformación interna y externa de la humanidad en su proceso de ascensión. Es el sentido de lo que está previsto como exteriorización de la jerarquía. No se trata pues de la manifestación de un único principal instructor del mundo que vendrá “adumbrar” los otros maestros y todos los seres humanos. Se trata de su Espíritu de Antiguo de los Días, más realizado que en la época Atlántida, a través de su creación del Espíritu Cristo-Buda. Desciende hacia todos que Lo aceptan y se concentra en el que oye la clave musical de su energía (Paracleto) para pleitear como un abogado el caso del servicio de Este Grande Único Espíritu a lo sumo bien del conjunto. En concreto se trata de el que viene en nombre de este  Espíritu Único para   “iluminar” todos los espíritus encarnados a final que eligen la vía con su vehículo de luz del justo medio.
El ser humano está descubriendo las implicaciones debido a que entre toda polaridad, hay un justo medio que contiene la clave de la energía de la liberación. Es esta energía libre que nos permite superar toda dualidad, toda condición y todo bloqueo. Es por esta conciencia del justo medio que el mundo puede liberarse de su lógica de división y de guerra. En realidad, es un proceso de liberación de nuestros viejos paradigmas para darse la vuelta a las fuentes de nuestra autenticidad y originalidad. Pero es sólo posible a través de un proceso de armonización que abre nuestra visión hacia una visión de síntesis sobre el conjunto, más allá de una visión personal, condicionado por intereses polarizados por nuestro individualismo. Es una visión que está en servicio de la armonía del más grande bien del conjunto. Esto pone en duda todo el sistema actual con sus exageraciones en la manera de organizar la vida diaria.
Todos estos cambios se reflejan en el ser humano. Entró en un período de transición y purificación que sufre a nivel físico (ADN), emocional, mental y relacional.  Estimula al mismo tiempo el punto crítico (el sexto chakra) al centro de la cabeza y la expresión con el centro del corazón. El resultado conseguirá finalmente una nueva raza y una nueva armonía, más luminoso (vestido del abrigo blanco del espíritu). Traerá a expresiones y una organización de la vida que serán completamente diferentes de lo que conocemos hoy. Se tiene bien de intentar mantener lo que existe hoy, no se mantendrá nada que no será adaptado o será armonizado en informe de la nueva situación cósmica.
La nueva luz estimula los cuerpos inferiores del ser humano y el funcionamiento de su cerebro.  Puede de ventaja recibir la información que la nueva fuerza de la energía cósmica establece en forma de luz regeneradora espiritual. El proceso es notable. Todo ve y verá la luz. Los excesos del individualismo dominador y manipulador van a buen paso pero son revelados por una masa crítica que crece cada día. La necesidad de cambio se hace cada vez más sentir. Las soluciones basadas en el mantenimiento de los viejos paradigmas no hacen más que acentuar la crisis y causan de ventaja de discordia y conflictos. Mucho hablan de cambios, del nuevo, pero la divergencia entre el supramental (divino) y mental humano es aún grande porque el ser humano aún no encontró el camino del medio para liberarse de las divisiones de su pasado.
No es asombroso, después de lo que acabamos de exponer, que todo parece cada vez más en crisis (magnético) en un caos creciente (el sacrificio del viejo sobre la cruz de los conflictos). Pero al mismo tiempo un nuevo movimiento está naciendo. Cada vez más seres humanos se vuelven conscientes de su libre albedrío y lo emplean para superar los conflictos, buscando el equilibrio entre las polaridades de los extremos de derecha e izquierda, entre el individualismo separatista y el colectivismo que globaliza, entre la libertad incontrolada y el control total, entre el conjunto económico y el conjunto espiritual, entre el demasiado bien y el demasiado mal. Aún no se encontró la apertura de la visión de síntesis que une y atrae todo, respetando las diferencias de cada uno. Nuestra reacción “contra” nos frena aún en todas nuestras acciones y nos impide salgar de este sistema de separación. Es la misma cosa si pretendemos de poder ponernos fuera o más allá de este sistema. Una enfermedad no se cura sin hacer frente a ella.
El camino del justo medio no es centralista sino va hacia el centro del equilibrio y de la unión del conjunto, más allá de una partida o un pensamiento limitado e individualista que polariza. La vía del justo medio no quiere decir irlo todo que deje sino de estar justa en relación de la armonía del conjunto. No sabemos aún sacar provecho, o la fuerza de la que tenemos necesidad, de las diferencias de los otros. Los valorizamos aún según el sistema del antiguo acuerdo del desdoblamiento: en pro y contradijo, en bien y mal. Con todo, mucha gente comienza a comprender que en cada parte política hay bien y del mal pero que el sistema establecido no permite sacar provecho. En efecto, es un sistema de soberanía de las partes. La llamamos una particracia  hacia  o un sistema dentro lo cual las partidas se combaten e intentan destruir lo que el otro construyó. Es el final asegurado de la democracia moderna.
Se anuncia entonces en nuestros días el tiempo una nueva luz de reunión, un Pentecostés planetario que desciende hacia cada uno de nosotros. Es el tiempo de la reunión consciente de todos los aspectos o dimensiones del ser humano en el nuevo espacio cósmico-planetario por la unión del cuerpo y el espíritu como base de una conciencia colectiva. Esto permite expresar los principios de igualdad (división espacio), libertad (según el flujo movimiento tiempo) y solidaridad (acuerdo con el bien del conjunto) como prueba que “la unión hace la fuerza” luminosa” de la fraternidad universal.

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El hombre, al pensar en cosas mundanas, toma afición en ellas

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De la liberación del ser humano divino nace el desapego frente las pasiones de las relaciones humanas

Del apego nace la codicia

De las justas relaciones con uno mismo, los demás y el entorno nace la gracia

De codicia nace la ira

De la gracia nace la paz interna y externa

De la ira, productora de decepción, nace la angustia

De la paz, productora de satisfacción, nace la alegría y de esta su madre: nuestra asunción espiritual

La depresión confunde la memoria, destruyendo la razón

La asunción espiritual aclara nuestra memoria por encima de la muerte, instruyéndonos en la síntesis de todos los talentos en el Principio de unión de nuestro Padre Divino: la extra-lucidez del oír, del sentir, del ver, del elegir y del discernir. Son las bases de la creación y de nuestra creatividad.

Unen nuestras pequeñas mentes con el entendimiento del amor inmenso que anima nuestro corazón con la luz del Espíritu-Madre de toda la sabiduría del Padre. Manteniendo está luz focalizada, nuestra alma se eleva hacia el Principio Padre-Madre Creador para despertarnos en la Luz de Cristo-Buda, que hace de nosotros hijos e hijas, manifestaciones de experiencias vivas de esta esta triple unión divina como, hermanos y hermanos divinos.

La estrella de Pascua

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Los chakras de la Tierra