Muy simplificado. Los movimientos en el universo se producen en espirales. Estas torsiones crean cuerdas imaginarias, más o menos importantes y temporales. Todos ellos unifican todo el universo. Al mismo tiempo, son la base de los diferentes niveles, sistemas y elementos. Estas corrientes pueden generar agujeros, túneles (movimientos), zonas y centros (estrellas, planetas...) de concentración de energía, más o menos densa, y su contrario. Todo depende de la evolución de sus configuraciones (posiciones de aislamiento et de agrupamiento et alineación, oposiciones, triangulares, circulares, cuadrangulares...) que crean a veces luz y a veces oscuridad.
Para el colapso que se avecina con fuerte probabilidad para el 10-13 de marzo de 2024, parece que la tierra entrará efectivamente en un túnel de vacío formado por cuerdas (líneas negras) como representa la imagen. En efecto, el sistema solar formará un gran triángulo dividido en una zona de luz por la que entran las energías de las fuentes del universo (el trío Urano-Júpiter y Mercurio) y una zona de oscuridad, el trío Plutón-Marte y Venus, influenciado por el agujero negro de la galaxia que absorbe las energías no integradas en la galaxia como una basura. Entre la dualidad luz-oscuridad de los dos tríos planetarios se encuentra el centro de atracción Kalki hacia el Gran Atractor cósmico vía Andrómeda. La fuerza de oposición o dualidad parece acentuada por la interacción (claroscuro) del dúo Saturno y Neptuno que se sitúan a un lado y otro de este centro. Esto debería influir en la formación de las manchas negras (vacías) al sol en dirección de la (nueva) luna-tierra que se encuentren fuera y enfrente de la punta del gran triángulo con todos los otros planetas.
El trío Plutón-Marte-Venus enviaría espirales de cuerdas de vacíos (con antimateria)
hacia la tierra-luna para enrollarlos y formar un túnel de oscuridad de 3 dias, cortado por 2 secuencias de
iluminación momentánea. Parece reforzado por la posición de la nueva luna entre
sol y tierra y la división gravitacional que sufriría el sol y su transmisión de
luz.
Dada la configuración, suponemos que la oscuridad comenzaría en la noche del sábado 9 de marzo de 2024 alrededor de H.22:00 (aproximadamente 12 horas antes de la luna llena). Al día siguiente del domingo el sol no saldría. Esta oscuridad sería dos veces momentáneamente interrumpida, el 11 y 12 de marzo. El 13 de marzo el amanecer del sol volvería a ser normal, pero se haría al oeste en lugar del este debido al ajuste de la tierra al nivel galáctico por la nueva dirección de su eje y el ajuste de su órbita.
Vemos como mayor consecuencia la aceleración de la desintegración de la luna, que probablemente sería visible en la luna llena del 25 de marzo por nuevas grietas en su superficie. El día de Pascua del 31 de marzo debería ser totalmente obvio. Más adelante, las consecuencias -clima (corrientes atmosféricas (aire), corrientes marítimas et (agua), magma (fuego) y placas tectónicas ‘(tierra)- cambiarán el orden de un mundo pasado para un nuevo mundo y un nuevo cielo.
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