4. La rejilla cristalina de la tierra.
"He aquí que el sembrador salió a sembrar. Y al sembrar, algunas semillas cayeron... Pero otras cayeron en buena tierra, y dieron fruto, cien, sesenta, treinta..." (Mateo 13:1-23)
Tenemos tendencia a interpretar esta parábola de Jesús como una lección para nuestra vida interior. Esto encaja bien con nuestros conceptos mentales analíticos que dividen la vida entre el mundo de la experiencia interior y el campo de confrontación del mundo exterior. Aunque la activación del cuerpo de unión del ser humano es una cuestión de elección interior del libre albedrío de cada persona, su conciencia relativa a la interactividad con su entorno y su ambiente tienen una influencia innegable de condicionamiento más o menos importante en su discernimiento.
Nota: ejemplo de rejilla energética de un cedro atlántico.
Un buen jardinero no sólo se ocupa de sus plantas sino también de la calidad del suelo y de las buenas condiciones del entorno. No es sólo el cuerpo humano el que forma parte de la encarnación, sino que todo su contexto está directa o indirectamente vinculado a la evolución de su vida. Comprendemos mejor el impacto de estos condicionamientos cuando buscamos algo de tranquilidad. Es más fácil encontrarlo en la paz de la armonía de la naturaleza que en medio de las perturbaciones de la sociedad, las peleas entre vecinos o de un tráfico intenso.
Por lo tanto, la armonización cíclica de las energías con la evolución de la unión del universo es un proceso natural e indispensable. Opera entre el mundo interior y exterior, así como entre el mundos superior e inferior como el desarrollo de la revelación de su propósito inteligente. Sin estos ajustes, la manifestación del potencial original no sería sostenible debido a la falta de flujo entre los movimientos de concentración y extensión de la energía original. Para evolucionar, la vida debe liberarse cíclicamente de sus resistencias para superar las limitaciones de las tensiones entre los diferentes espacios-tiempos (karma) causadas por los cambias en las condiciones de las relaciones entre los diferentes niveles de manifestación.
Encontramos el principio de la armonización en todos los niveles del universo, a nivel de las galaxias, del sistema solar, de la tierra y de todos sus elementos. También es la base de los movimientos circulatorios (curvaturas del espacio-tiempo) de los latidos de nuestro corazón, de nuestra respiración, del ciclo circadiano... que permiten liberar el potencial de nuestra alma en función de nuestra evolución física, emocional, mental y espiritual.
Aunque son cíclicos, la intensidad de los procesos de armonización depende de la recepción de las informaciones inteligentes y finalmente de la conciencia despertada. Esto significa que cuanto mayor sea la resistencia al sentido inteligente de esta evolución, más necesario y mayor será la crisis para permitir la integración de la nueva información. Para el ser humano esto supone un despertar de la conciencia a un estadio superior de unión. La Gran Transición actual de la tierra y de la humanidad se inscribe en el mismo contexto de necesidad de armonización del entorno terrestre con su entorno cósmico. Esto es esencial para el desarrollo del potencial de la vida terrestre que es de naturaleza y de origen movimiento de energía libre continuo.
El potencial de la creación tiene el efecto de
generar movimientos cíclicos u ondas
rítmicas de energía que forman rejillas
o redes de transmisión. Estructuran las manifestaciones de las situaciones,
los encuentros y los elementos formales facilitándolos o complicándolos. Estas rejillas
no están fijas. Forman varios niveles de
figuras, más o menos geométricas,
variables, puras o cristalinas. Son interactivos, se unen, se oponen y se
superponen para evolucionar. Se conocen para el cuerpo humano como redes de energías sutiles, donde, por ejemplo, el magnetismo y los meridianos de
acupuntura forman parte. Estas redes están vinculadas a egregores o agregaciones de energías similares, más o menos
espirituales que influyen en la percepción de los seres según sus
sensibilidades y condicionamientos. Se
apoyan más o menos en los diferentes elementos de las manifestaciones.
El potencial de la vida sólo se libera cuando hay suficiente fuerzas acumuladas y suficiente espacio libro para la recepción y transmisión de las informaciones energéticas. El conjunto de estas condiciones crea coincidencias inteligentes o síntesis (conjuntos) de informaciones que permiten descubrir el sentido más extenso y profundo de la evolución que aún no se había manifestado o recogido en las condiciones que estructuraron la vida. De hecho, se trata de señales de REVELACIONES para el desarrollo del conocimiento y de la conciencia de la unión de la vida.
La acumulación de nuevas fuerzas es el efecto de resistencias a lo que ya se ha realizado del potencial original. Es como nuestro sistema inmunológico. Es una protección de estabilidad para mantener el equilibrio en la evolución de la unión del conjunto. Estas acumulaciones forman a su vez un potencial condicionante. A veces pueden frenar, a veces estimular la evolución hacia una mayor armonía.
Las rejillas de las manifestaciones forman así esferas, más o menos luminosas. Son el resultado de movimientos grupales de energías geométricas y simétricas a base de triángulos, desde su interactividad material densa hasta espiritual sutil, como la estructuración de los átomos en un cristal. Por lo tanto, existen diferentes rejillas según el nivel vibratorio de su interactividad. Son todas los intermediarios entre la evolución de la vida en la tierra y la vida en los diferentes niveles del universo. Como enlaces entre los centros de concentración de interactividad, suelen seguir lo que se denomina lugares sagrados del hecho que tienen una conexión más directo con todo y que, por lo tanto, están menos determinados por los envases locales y específicos. En el pasado se reconocían de forma intuitiva. Sin embargo, su vibración puede cambiar según la actitud y la conciencia humanas.
Estas rejillas influyen en todos los elementos de la vida ya que son portadores de informaciones luminosas, base de la estructuración, inteligente de la vida y la conciencia. Cuanto más cristalinas son, más llevan la unión de la vida, mostrando una geometría más perfecta ya que su vibración supera los límites de las condiciones de la luz visible de los fotones. De hecho, la energía de la unión se comunica a través de taquiones o elementos incondicionados que tienen el poder de transmitir la información de la conciencia de la unión crística del universo.
Todo en el universo esta permanente en evolución ya que todo funciona, no obstante resistencias pasajeras, como un movimiento cuántico simultáneo. Todo está bañado en un dinamismo simétrico con la energía supra-dimensional de la rejilla cósmica universal.
Por lo tanto, los centros y canales de las rejillas locales se mueven y se desplazan más o menos cíclicamente para formar nuevas rejillas y nuevos centros, al igual que ocurre con los cursos de los ríos y sus cuencas. Sus líneas axiotonales (sincronización de alineación) hacen circular las energías entre los centros de energía de las manifestaciones como los meridianos de la tierra, las líneas Ley o las líneas de acupuntura. Están el resultado de esta sintonía energética con la rejilla cósmica universal por la interactividad con los 12 niveles de su energía.
Desde 1884, el mundo científico ha adoptado el meridiano de Greenwich como referencia axiotonal cero arbitrario de la tierra. Antes de eso, estaba el meridiano de París. Sin embargo, estos meridianos no parecen tener une relación significativa con la energía celeste, como era el caso de la Gran Pirámide de Giza. Al parecer, la ciencia ha perdido sus dimensiones celestes. Sería más correcto tomar como meridiano de origen, el que pasa por el centro del cuerpo de unión de la tierra, un conocimiento que hace tiempo se ha olvidado. Esto implica también que puede cambiar de lugar.
Aunque se representan las líneas de las rejillas energéticas de muchas maneras, preferentemente en configuraciones geométricas teoréticamente perfectas, la realidad actual no siempre es así. En cuanto a los seres humanos, las rejillas energéticas de nuestros cuerpos cambian con nuestra evolución para estar más o menos desfasadas con el arquetipo original que, en última instancia, también cambia para mantener su papel de referencia de unión universal.
De este modo, podemos comprender y aceptar que la rejilla luminosa o cristalina arquetípica de la tierra que constituye la base del cuerpo de unión vital de la tierra (Merkabah) evoluciona con el tiempo y sus ciclos. La imagen de al lado muestra esta rejilla como un patrón geométrico regular.
Esta imagen muestra esta rejilla geométrica tal y como la encontraron los rusos Goncharov, Makarov y Mozorov, basándose especialmente en las actividades electromagnéticas y térmicas de la tierra (https://energie-sante.net/la-terre-est-structuree-par-une-architecture-de-polyedres/).
Es una rejilla que refleja el resultado de las energías más bien físicas de la tierra antes del gran cambio en la vida y la conciencia humana al final del ciclo solar actual y, por tanto, basado en las energías que se han instalado durante 12.000 años. Así que hay nuevos parámetros, más complejos.
Es una rejilla basada en un dodecaedro de 120 triángulos o caras que forman 20 icosaedros de 62 vértices. Se puede observar que el pentágono (en rojo) simbolizaría el acuerdo de unión entre los 5 elementos: tierra, agua, fuego, aire y éter. Al parecer, esta rejilla está vinculada con los restos de antiguos lugares sagrados, conocidos desde la época de la Atlántida. Se dice que se basa en los restos de una antigua sabiduría que ha sido oscurecida, olvidada y no reconocida. Su centro de gravedad universal para la tierra estaría situado en la Gran Pirámide de Gizeh (heredera y principal asentamiento de la cultura de la Atlántida) y su conexión con la galaxia sería bastante significativa.
Desde entonces, es evidente que la evolución de la vida desde 12000 años ha influido en las esferas física, emocional, mental y espiritual de la Tierra. Observemos que hay coincidencias cada vez más fuertes e inteligentes entre los nombres de los lugares y la evolución de la vida humana en la tierra. Es el efecto del encuentro de la Inteligencia del mundo supramental cósmico y divino con la inteligencia del mental concreto humano. Es como el diseño de un libro que se despliega para mostrar la evolución del propósito de una Inteligencia Omnipresente a la imagen de nuestro ADN.
Los cambios están poniendo gradualmente más y más tensión energética en la viaja rejilla de la tierra. Egipto ya no es el centro de luz del mundo actual. A lo largo de los últimos 1200 años, la evolución y la actividad humanas se han desplazado y concentrado gradualmente hacia Europa occidental en dirección noroeste y para expandirse luego por las cuatro direcciones del planeta. Así pues, el antiguo centro perdió progresivamente la influencia de su función de referencia iniciática del mundo. Se desplazó en dirección al Golfo de León, que debería su nombre a la identificación por marineros del tiempo medieval del pico de San Loup con un león o esfinge. Parece un reflejo de las etapas de la evolución de la iniciación global del mundo en los misterios de la inteligencia de la vida: Esfinge-fase de élites/León-fase de personalización/Lobo-fase de generalización o devorador del estatuto de exclusividad del elegido (cordero).
Tras estos cambios y la posibilidad de que se forme una nueva rejilla, basada en la convergencia de diferentes movimientos a varios niveles, encontramos que su desplazamiento sería aproximadamente de 23°-24° en dirección opuesta a la actual inclinación del eje de rotación de la Tierra. Esto puede sugerir un cambio en el eje de rotación de la Tierra, para lo cual el debilitamiento del eje magnético terrestre podría ser una señal preparatoria. Más allá de una inversión magnética, el cambio del eje de rotación por un ajuste parece más probable y podría ocurrir repentinamente y en un futuro próximo.
Hace tiempo sentimos que el eje de rotación de la Tierra se enderezará unos 16 grados (como hemos visto confirmado por el clarividente E. Cayce) al acercarse a Siberia para mantener una inclinación que oscilará unos 7° (23°26 - 16°) a la derecha. A menudo se piensa que era posible una inversión de los polos (de unos 150°). Esto llevaría a una inclinación del eje terrestre también de unos 7° (23°30+150°), pero esta vez hacia al oeste. Heródoto menciona en sus escritos inversiones similares en el pasado según los egipcios. Este cambio podría ser una consecuencia del aumento de la temperatura del núcleo de la tierra y del cambio climático. Provoca inestabilidades en las placas tectónicas por el desplazamiento de las masas de agua descongeladas. Este importante efecto también estaría relacionado con el estado de despertar de la conciencia humana en relación con el respeto a su medio ambiente. Ponemos nuestra esperanza en la primera posibilidad.
La nueva red restablecería la conexión de la vida terrestre con sus fuentes cósmicas y divinas y con la conciencia cósmica representada por la superconstelación del Cristo-Buda Cósmico. Está formada por las siguientes constelaciones: el Cochero (Auriga), Tauro con las Pléyades (el caduceo), Géminis (o el libro de la vida con sus dos aspectos de vacío/negro y manifestaciones/luz) y el Gran Perro con Sirio (la estrella que muestra el camino de juntar o de síntesis) alrededor de Orión (la escalera o arco de ascensión a la gloria de la vida en unión).
Estas fuentes se habrían perdido para la mayoría de los seres humanos al comienzo de su experiencia en la dualidad y división de la vida, hace muchos milenios, y especialmente desde el período final de la era de la Atlántida. Esto fue acompañado por múltiples cambios, incluyendo atmosféricos y geológicos.
El centro de gravedad de la nueva rejilla parece fijarse con mayor precisión al pie de los Pirineos Orientales a Força Real, un promontorio y montaña piramidal de 507 m enfrente al Golfo de León (500 y 7: números que indican el germen de la conciencia cósmica (12) en el hijo del hombre). Se encuentra al lado de la falla diagonal que une localmente la falla norte y sur de los Pirineos.
Este nuevo centro se formaba progresivamente por medio de cuatro centros de actividad y de concentración de cambios. El primer centro es Madrid con la catedral Santa María la Real y la plaza puerta del sol: donde se reúnen los impulsos para la reorientación de la humanidad. Luego hay Roma: entre otras con la plaza San Pedro, el centro de la reconciliación kármica del ser humano y del encuentro de la luz y la oscuridad. Luego sigue París con la catedral Notre Dame y la plaza de la Concorde: el centro de purificación elevadora de las vibraciones del mundo para superar la concentración de las resistencias al cambio. Finalmente hay Argel con el catedral del Sagrada Corazón y la basílica de Nuestra Señora de África: el centro de difusión de la unión solidaria del nuevo orden de fraternidad de la humanidad. Las primeras letras de estas cuatro ciudades evocan el cuerpo de luz de la unión de la humanidad: MaRoPA (mi ropa blanca del libro del Apocalipsis). Observamos que Força Real con los 4 centros forma un símbolo de paz con la energía real central de amor.
El nuevo centro de Força Real, bautizado el día después de la Pascua de 2003, la Montaña de la Fraternidad Universal, atrae cada vez más las nuevas energías del nuevo ciclo solar.
En la imagen superior, hemos intentado mostrar la evolución del antiguo centro de unión de la tierra hacia el Golfo de León y Força Real en los Pirineos Orientales. Haciendo un círculo alrededor de MaRoPA, uniendo los 4 centros, vemos que Força Real está a unos 120 km del centro teórico del círculo en el Golfo de León. Este desfase de orientación nos recuerda el pequeño desfase de orientación de la pirámide de Giza. La pirámide de Giza se encuentra, con este desfase, a dos círculos de distancia de Força real sea 3.567km. Las líneas muestran cómo el centro antiguo se desplazó por el Mediterráneo hacia Roma y luego por el Golfo de León para extenderse a los cuatro rincones del mundo.
Mientras la nueva rejilla se forma y se consolida, la antigua red sigue activa pero con pérdida de efectos y protección. Así, los secretos del pasado se están revelando a medida que los centros de la nueva rejilla se cargan por la acumulación de las nuevas energías que provocan cambios cada vez mayores desde dentro y fuera de la tierra. Es finalmente en el período actual, al final del tiempo del ciclo pasado en la transición al nuevo tiempo del ciclo, que la acumulación de tensiones, causada por las nuevas energías, alcanza su clímax.
A medida que los cambios se hacen más significativos, empezamos a tener suficiente distancia del viejo orden para darnos cuenta de la magnitud y la importancia de lo que ha permanecido oculto y de lo que está en juego. Mientras tanto, los nuevos fundamentos hacen manifiesto cómo hay un desfase entre la tierra y su campo de aura etérico. Se ve más y más perturbado. A continuación proponemos la parte central de la nueva rejilla planetaria.
Hemos intentado representar una parte de la nueva red en su estado de tensión actual. Lógicamente, debería sufrir cambios más o menos significativos en este tiempo de transición, a medida de la liberación de sus tensiones.
Luego sentimos el nuevo cuerpo cristalino de unión de la tierra y hemos intentado representar la organización de las diversas fuerzas que lo constituyen. Naturalmente, surgió del siguiente plano de la imagen. Aparece como la flor de la vida que se abre desde el círculo central mediante dos filas de pétalos. Encontramos alrededor del centro de Força Real 7 esferas interiores y 7 exteriores. Las 3 zonas de círculos reflejan la naturaleza trinitaria de las energías universales (infinidad, eternidad y universalidad) y evocan la hermandad universal entre todas las criaturas. En el círculo central la difusión de la energía de unión de taquiones parece naturalmente más directa y concentrada como en nuestro corazón. Pero en cada lugar esta energía puede reforzarse.
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