Una
síntesis de los textos sobre coherencia, orden, belleza y unión.
El mundo nuevo estará fundamentado sobre cuatro llaves que forman un rombo o ventana. A través de la práctica
“en conjunto” de estas llaves, tenemos acceso al mundo superluminoso de nuestra alma y del Espíritu de verdad que la
focaliza. La bajada de este espíritu
era anunciado por Jesús para estos tiempos por medio de cambios importantes
que deben eliminar la ley de la separación y de exclusión que domina todavía
nuestro mundo.
Forman la base del
camino celestial, que Jesús llamaba el camino al Padre, el Principio Original
del Universo porque permiten entrar en el estado de unión con Él. Este estado
de unión es el estado de la conciencia divina de ser Cristo.
El esquema siguiente representa este rombo de
llaves.
Cada llave implica diferentes aspectos y cualidades que,
cuando se aplican, ponen en marcha un movimiento multidimensional de involución
y evolución que unen nuestro corazón con
nuestra alma y sus relaciones con las realidades del mundo holístico (el Todo).
Esta unión es necesaria para la convergencia de la conciencia de los seres
humanos en una unión más armoniosa, dinamizada por una interactividad
pacificadora colectiva liberada en lugar de una lógica de conflictos y de
guerra impuesta por falta de visión espiritual global.
Hacemos una descripción
en la cual las palabras reciben una noción esencial en su contexto:
1. La llave de base: la coherencia
Expresarnos de manera coherente es
la base de las relaciones justas con uno-mismo, el
entorno y los demás. Es por eso que la ley que dirigirá el mundo nuevo
es llamada la ley de las relaciones justas. La
coherencia es el aspecto de verdad más material y concreta de nuestras
relaciones. Es también la base de la
justicia y de la abundancia.
Su actitud es la buena voluntad. Para unir
hace falta conectar de manera apropiada, poniendo en común en el nivel preciso para
que aparezca claramente la interactividad de compartir (como los trozos de un puzle).
Poner todo
en el conjunto común es la esencia de SÍNTESIS
(del verbo griego syn-tèmi). Supone hacer una elección del sentido de la vida como
un servicio en igualdad al conjunto y crear el cuadro apropiado para facilitar
las expresiones de coherencia al nivel colectivo de nuestro entorno, como ya ha
sido explicado en textos anteriores.
La cualidad o virtud propia de la
coherencia es la BONDAD (indulgencia, caridad) que invita a
compartir en la misma vibración. Es la sintonía
que permite ajustar nuestras relaciones.
La bondad incluye la prudencia
o el discernimiento para ver en toda circunstancia lo que es el bien de verdad
y las medidas adecuadas a elegir para realizarlo. Incluye igualmente el perdón o la remisión de
errores que permite el acceso al compartir eliminando los bloqueos.
2. La llave de transición: el orden
Expresarnos en toda situación
cambiante de una manera consciente y
no automática, es optimizar nuestro potencial (talentos) por medio de la
liberación de nuestro libre albedrio.
Significa la liberación de nuestros
condicionamientos que limitan el control de nuestros sentimientos y la apertura de nuestra mente.
Su actitud es la buena intención. Para unir hace falta proyectar nuestras
perspectivas en sus efectos. Supone poder elevarnos por encima
de las condicionas limitantes del momento para precaverse de sus consecuencias
fatales por inconsciencia. Si la buena voluntad supone una apertura general, la buena intención
supone además de adaptar nuestro
movimiento de unión en el mantenimiento de la dirección hacia una
visión siempre más global.
La cualidad o virtud propia del
orden es la SUAVIDAD (clemencia, constancia de presencia). El orden actual se sitúa lejos de ella.
Se mantiene mediante la imposición de reglas tardías que separan nuestras responsabilidades para
crear así relaciones y reacciones de
competición, fuerza o violencia y de
incompatibilidad.
Adaptar al común, manteniendo la dirección a pesar de las
variaciones transitorias del tiempo
es lo propio de la sincronía o el alcanzar
las mismas condiciones de unión.
Permiten no solamente
responsabilidades según el potencial de cada uno sino también el equilibrar con las responsabilidades
colectivas. La suavidad incluye la temperancia o el alcanzar las condiciones de armonía, accesibles a los
demás que permiten una interactividad
óptima. Incluye también la compasión o el llegar a la altura de
la sensibilidad del otro para que haya interactividad con el otro. Es una
actitud de constancia de presencia en la adaptación continua de nuestra
intención a las necesidades de la liberación del otro, actuando una vez más como
servidor otra vez más como enseñante, guía de paz, mediador, salvador,
unificador o cocreador, aunque todas estas cualidades se completan.
3. La llave de la fuerza: la belleza
Expresarnos de la manera más apropiada
es lo que da a nuestras expresiones la fuerza para realizar nuestras
perspectivas, tocando a la liberación del potencial que se presenta como
oportunidades. Significa valorarse a si-mismo, al entorno y a los demás.
Su actitud es la
buena intensidad. Adaptar la intensidad de nuestras expresiones es lo que invita a la colaboración y al compromiso que
muestra la belleza del potencial interactivo que se presenta. La fuerza de la
belleza tiene tres escalas o efectos:
1. la asunción: es el efecto de aspiración. Aceptar
el valorar de manera positiva el potencial de la nueva energía que se presenta,
poniendo las aspiraciones de nuestra voluntad a su servicio (incondicional),
nos eleva a la belleza del plan de la autorrealización. Nos eleva al nivel del
alma y su diseño.
2. la elevación: es el efecto de comprometerse a actuar
conscientemente, desde el alma, al servicio de un orden superior de
interactividad entre espíritu y materia. Nos eleva a la belleza de la voluntad
del amor incondicional del potencial de nuestra fuente universal en la que
todos podemos realizarnos. Nos conecta con el alma universal y su diseño
divino. Es poner en marcha la elevación del ser humano hacia su divinidad,
transformando su energía de esperanza en energía de realización, gracias al
potencial de su alma.
3. la innovación: es el efecto de asunción y de
elevación que revelan la belleza del espíritu de verdad que se revela en ellas. Empuja a positivar lo que se presente, dando
una nueva luz a lo que existía hasta ahora, abriendo el libro de la vida con su
potencial, indicando el mejor camino para crear un orden mejor.
La cualidad o virtud propia de la
belleza es la PAZ. Efectivamente la
belleza es una fuerza que va por encima de obstáculos y tentaciones, indicando
el camino de la perfección de la vida. Facilita el valorar la interactividad en el colaborar. Incluye el
hacer la distancia justa o la retención frente a nuestras percepciones y
convicciones para poder generar el coraje
de superar todas sus exageraciones y resistencias para crear lo nuevo. Incluye
también la modestia o la cualidad del realismo para valorar todo a su
justo nivel.
La buena intensidad regla justeza
de nuestras fuerzas interactivas y conduce hacia la sinergia o la fuerza de la unión.
4. La llave de la unión
Expresarnos en unión es transformar de manera solidaria nuestras
expresiones para que sean concordantes para todos.
Su actitud es la buena comunicación. Para realizar la unión necesitamos una
comunicación de verdad en la que todas las llaves enunciadas concuerden en la
comprensión y aceptación del mismo sentido de visión. El espíritu de verdad se
revela a través la autenticidad, o el descubrir
la realidad escondida u olvidada. Su efecto es el re-conocimiento de lo ya conocido o la liberación de las
restricciones de nuestra voluntad, nuestras intenciones y nuestra fuerza.
La cualidad o virtud propia de la
unión es la armonía. Armonizar
es poner todo en su justo lugar de servicio al conjunto. Incluye la
justicia o la voluntad justa, firme y constante, de dar a cada uno lo que le
conviene. Supone la fe en la vida y las realidades
que por el momento no son visibles en el nivel de la manifestación concreta.
Pero son visibles a nivel del alma y su mundo espiritual a quienes la unión nos
lleva. Incluye el amor y la sabiduría del alma.
Mediante la unión focalizamos el espíritu de verdad en
cada uno hacia un mundo nuevo que refleja un equilibrio mayor entre las
personas, sus almas y sus espíritus en el compromiso interactivo, participativo
y responsable del individuo en sus organizaciones colectivas. Llega a una
visión más coherente sobre el conjunto que hace converger la conciencia a nivel
planetario. Es la sinopsis, el mirar
en el potencial del libro de la vida para tomar la misma dirección para mayor
bien de todos y de todo.
La unión es el camino celeste
(antahkarana) del Espíritu de verdad de amor y de sabiduría que conecta nuestro
corazón con el alma y nos conduce y une con el Principio de Amor Universal de
todos.
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