Divinos Somos: el viaje eterno hacia la plenitud de la unión
A base de experiencias del libro de la vida.
“Todo proviene de las fuentes de vida y vuelve allí cíclicamente
como semillas que mueren para dar nueva vida”
I. Introducción
Un día, conscientes de que las experiencias de nuestra vida nos trajeron mucha información sobre el significado de la vida, una fuerza profunda, viniendo de diferentes fuentes del universo, se activó en nuestro corazón para comenzar estas escrituras. Parecía tanto más importante que el mundo que nos rodea parecía cada vez menos ocupado con lo esencial de la vida: el amor que proporciona la alegría de nuestra liberación por la elevación del corazón. El mundo exterior está dominado por las exigencias de un orden material que crea el miedo de esclavos sumisos. Conscientes de que llegamos en un tiempo de revelaciones, nos empujaba la luz de las fuentes de vida a comprender las ilusiones y las sombras de este mundo exterior.
Nuestras experiencias parecían poder abrir el libro de la vida (que va más allá de los tiempos) que ilumina el sentido de los principios de su propósito. Al principio, no sabíamos a dónde nos llevaría eso. En realidad, es muy simple, en ninguna parte, solo se amplía nuestra unión con toda la vida de manera más real y consciente. La vida requiere simplemente aceptar ser vivida para revelar su significado, que ya está presente desde el inicio como un potencial que aún no hemos des-cubierto y cuya revelación depende de la elección de nuestras experiencias según nuestra manera de vivir.
Nota: Inteligente proviene del latín inter-legere, entre leer, lo recogido por los ojos, lo que ilumina»
La imagen del libro de la vida contiene varios niveles superpuestos. Están imbricados y se utilizan para iluminar mutuamente su significado. Todo está interconectado y permanentemente unificado. Aunque la ciencia actual va en esa dirección (Nassim Haramein), esto todavía se escapa a muchos de nosotros porque nuestra percepción sigue funcionando principalmente en modo selectivo y analítico del yo de nuestro ego. Impide ver en una vez el conjunto del espectro de las diferentes ondas de la energía universal. Así proyectamos mentalmente formas de dualidad, de resistencia y de rechaza a lo que nos sobrepasa y escapa a nuestro discernimiento. Sin embargo, esto no impide que todo continúe ser parte integral de una sola Gran Realidad Inteligente y amante (magnético). Nadie podrá jamás dividirlo. Un fuera o un más allá de esta Unidad Universal es una creación ilusoria de nuestra imaginación mental individualizada. Es una interpretación limitada de la Realidad por el hecho de no estar totalmente conectado con la Inteligencia del potencial infinito de las fuentes de vida.
Cada nivel dimensional contiene el desarrollo de un potencial infinito de relaciones, siendo un reflejo de energía especifica del potencial del originen universal. Estas relaciones conducen vía contextos y condiciones diferentes a la Última Verdad (UV) de la Gran Unión Universal Indisociable. En el nivel de la universalidad multidimensional, todo sucede simultáneamente en una atemporalidad o presente indeterminable, infinito, sin límites. De hecho, a este nivel, la energía es libre y no tiene “tiemporación”. La puesta en tiempo es el efecto aparente de la diversificación dimensional que crea varias líneas de tiempo. Es como el efecto de los rayos provocado por la difusión del espectro de la luz del sol. Todos irradian al mismo tiempo, pero en diferentes condiciones. Estas líneas se forman entre los rayos de la luz (del sol éthérique/akásico del fuego universal) de la creación. Es aquí donde se acumula la memoria de nuestras experiencias. Para acceder a ella, hay que ir hasta lo más profundo de la luz central del alma en el corazón. Aquí las líneas del tiempo que experimentamos están unidas y nacen. La luz central ilumina nuestra memoria desde el único espacio-tiempo del presente infinito. Gracias a las variaciones de sus rayos podemos ver las variaciones de la luz del tiempo en cual está grabada la memoria de nuestras experiencias. Finalmente, toda memoria es la memoria de la Gran Realidad Una.
Nota: la palabra UV: o luz espiritual del sol, evoca la fuerza creativa (el sonido de la esencia creativa o verbo de la creación. De ahí la importancia de tomar regularmente el sol con medida (por ejemplo, vitamina D).
La dimensión 3D terrestre en la que vivimos principalmente hasta hoy en día, sirve de matriz de base de datos mentales para el reconocimiento de la inteligencia del amor transmitida por la luz de la energía universal. Según nuestra elevación vibratoria, tenemos acceso a dimensiones de inteligencia superiores que corresponden a realidades de inteligencia superior. Las realidades superiores dan acceso a la riqueza infinita de nuestra naturaleza. Sobrepasa todos los límites y condiciones que podrían surgir a través del mundo terrestre como la percibimos en general en la actualidad. Cuando nuestras vibraciones suben, las puertas de acceso a los mundos superiores más luminosos se abren. Es como aumentar la potencia del procesador de un ordenador.
La fijación de la realidad de cualquier dimensión es siempre un reflejo de la Gran Realidad Una. Es una verdad relativa y particular del potencial infinito de las fuentes de la energía universal. Toda fijación contiene, pues, una cierta ilusión, una verdad relativa a la Gran Verdad Uno. El problema de toda regla, teoría y dogma es no ver la diferencia entre esencia o espíritu, que se refiere a la armonía de la unión, y la existencia que fija la energía en una forma bajo una condición particular.
Todo esto se hace más claro actualmente con la elevación vibratoria de la tierra (frecuencias Schumann que superan cada vez más de 40hz) aunque muchos nos quieren hacer creer lo contrario (por miedo a lo desconocido de los cambios). Eso tiene un efecto de activación sobre las funciones cognitivas de los seres humanos, incluso sobre su potencial de ADN y la evolución de su salud. La ciencia ha demostrado que el aumento de la vibración (más allá de las ondas gamma de 40 Hz) genera una actividad mental más intensa y más lúcida. Evolucionaría la función del cerebro humano hacia el poder de síntesis (unión de trabajo más harmonioso y simultáneo entre los hemisferios). Abre al ser humano una visión holística más directa. Genera la capacidad de crear una visión de unión de no exclusión más allá de las diferentes visiones particulares que cada ser desarrolla a base de sus propias experiencias. Es el redescubrimiento de las dimensiones superiores de la conciencia colectiva y de unión.
Las relaciones entre los diferentes niveles se revelan a medida que la conciencia de nuestra unión con el Gran Todo va adquiriendo extensión. Puede alcanzar finalmente la unión fusional con la luz de la conciencia infinita (omniconciencia) transpersonal, trascendental y universal del campo unificado que forma una Inteligencia Universal. Su conciencia se encuentra más allá de toda conciencia individualizada. Es comparable a nuestra conciencia individual que evoluciona en un campo unificado más allá de los diferentes capas de nuestro cuerpo.
Esta UNIÓN MÁS ALLÁ DE TODO es el sentido de la realidad de nuestro viaje, de nuestras encarnaciones y experiencias hasta en el más allá de todas las dimensiones del mundo creado. En realidad, no es un objetivo, puesto que ya estamos en el paraíso de esta unión. Nos parece perdido porque olvidado al preferir pasar a través de líneas de tiempo donde la luz de la inteligencia del amor central y no condicionado de la creación se ha visto rechazada por zonas de sombra provocando el sentimiento de división y separación.
Nuestro viaje es una exploración de creaciones infinitamente experimentales. Buscamos indicios que nos dan informaciones sobre nuestra ascensión para encontrar de nuevo el estado de conciencia supra-dimensional del campo unificado de la Inteligencia Universal. Este estado espiritual de conciencia de unión transcendente ha sido conocido desde tiempos inmemoriales como el estado Cristo del Espíritu Creativo del Sin Nombre, el Verbo.
Se le identifica el sonido creativo del verbo con Dios el Padre, Brahmán, Allá, el Espíritu Inteligente Divino, el estado puro de amor inteligente. Crea sin cesar a partir de un silencio de paz inmutable. Con esta expresión del “Sin Nombre” se quiere indicar: todo lo que diríamos sobre Él es sólo una verdad limitada. No se puede definir lo indefinible, solo vivirlo, serlo como testimonian los grandes maestros espirituales. Nombramos el Sin Nombre “Dios” (griego para luz) . A la imagen de la vida, es nuestro Padre y Madre para facilitar nuestras relaciones. En realidad, no tiene ni forma, ni sustancia, ni nombre preciso. Sin embargo, tiene varias caras, todas ellas expresando la Inteligencia de su presencia y su esencia de amor más o menos sometida a condiciones. Su naturaleza es muy simple, transparente, infinita y múltiple. Se muestra a través de la belleza de su creación y de cualquier amor que los seres puedan expresar con la luz de amor inteligente en sus vidas.
Por lo tanto, el sentido de la historia humana nos parece más bien una historia de amor a través de actos, hechos y expresiones que muestran cómo la conciencia de la fuerza de amor nace y conduce hacia la unión que trasciende cualquier división y separación. Esta historia nos sirve como REVELACIÓN (apocalipsis) DE LA ESENCIA (espíritu) de la vida. Esta esencia es la omni-presencia omni-creativa del dinamismo omni-inteligente del AMOR.
Es una fuerza o energía de la luz que va más allá de los límites de las condiciones humanas. El amor trasciende cualquier límite de comprensión mental. Es de naturaleza supramental dinámica, sagrada o creativa, sin límites e incondicional o pura. Él está siempre y simplemente vivo y en nuestro corazón como expresión de resonancia de la paz inmutable de la unión universal. Siempre supera a uno mismo. Se reconoce y comprende solamente en la armonía del campo universal unificado más alla toda división y separación como es el caso entre dos seres que se enamoran. Es en este estado de unión (un(g)ido) de amor inteligente que vuelve la esenci de la palabra Cristo (crist-al o transparente de luz). Revela la unión con la Inteligencia Infinita de la Gran Realidad Una más allá de los propios rostros de la diversidad humana.
El sentido espiritual de la vida es pues el cumplimiento de la Ley Universal de Amor de la Inteligencia Creativa del Uno, o el Sin Nombre. Habla todos los idiomas a través de su creación. Todos tienen diferentes niveles de lectura y comprensión que nacen del mismo sonido o verbo o estado de ser creativo del origen. El sentido es el des-cubrimiento de la riqueza de su unión. El objetivo no es, por lo tanto, la salvación individual y la comprensión de cada uno a base de reglas a seguir que serían impuestas por una Inteligencia Universal. No impone nada, ya que es totalmente libre. Es el ser humano el que impone reglas como muletas para canalizar su falta de comprensión y de conciencia que la verdadera energía de la vida es fuerza (o potencia de voluntad) de amor puro de unión. Lo divino no puede ser explicado por un sistema humano (religión). Si las religiones aportan valores a la vida, sus fijaciones humanas producen excesos que desconciertan, dividen y bloquean la libertad de la energía del corazón. La inteligencia del amor no se limita a los dogmas, las fórmulas, las creencias, los sacerdotes o los templos. Es un movimiento vivo y creativo directo que hace que cada ser es un ser sagrado, un sacerdote al servicio de la unión del mundo.
La experiencia de la vida se basa en opciones, libres o influenciadas. Todas prestan de una u otra manera servicio a toda la humanidad y más allá, independientemente de toda interpretación personal. La ascensión y la salvación personal solo tienen sentido en el logro de la unión fraternal universal más allá de toda separación étnica o división a base de cualquier poder egocéntrico. Nuestra naturaleza fraterna es universal, y un principio fundamental de la ley Una del amor puro. Este principio esta injertado como germen-átomo en el corazón de cada uno.
Comprendemos ahora que el desenvolvimiento del libro de la vida y la voluntad divina es un proceso del entendimiento creciente de la esencia de la vida en todas sus facetas a través de los altibajos de luz y oscuridad. Conduce inevitablemente a la comprensión del GRAN SERVICIO UNIVERSAL Y MUTUO de todos y todo al mayor bien, satisfacción y bienestar de todos y todo. Se concreta en las expresiones que resuenan un amor siempre más inteligente, puro e incondicional. Contiene la sabiduría del destacamento de todo lo que retiene la libertad de la energía del corazón. Se trata del amor que respeta la pureza original de su expresión abundante en la convivencia, el compartir, la cooperación y la comunicación solidaria como un servicio universal (el paradigma del nuevo tiempo).
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